En la pared de la oficina del famoso rey del acero Carnegie, una gran pintura vieja colgada durante su vida.
Esta no era una pintura de un pintor famoso o de valor antiguo.
La pintura era un gran ferry y un remo remaba empujado hacia abajo durante la marea baja y arrojado a la arena, que parecía muy desesperada y desesperada.
Pero debajo de la pintura, estaba escrito, "La marea viene seguramente."
Alguien le preguntó a Carnegie por qué amaba tanto esta pintura.
Cuando era joven, visitaba casa por casa como vendedor y vendía cosas. Vio esta pintura en la casa de un anciano.
La pintura le impresionó mucho, especialmente la frase "La marea viene seguramente". durante mucho tiempo no fue olvidado en su mente.
Entonces, cuando tenía 28 años, tomó el coraje de ir al viejo y preguntar.
Cuando el abuelo falleció, le preguntó si podía darle esta pintura.
El viejo aceptó su pedido.
Carnegie mantuvo esta pintura en su vida, y usó las palabras "La marea viene seguramente". como su credo.
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